Nadie habría podido anticipar durante los años 90 que el rejuvenecimiento facial tendría tantos cambios en tan poco tiempo. Hasta ese momento casi la única opción con resultados efectivos era el lifting facial, con todo lo que implica una cirugía. Aún hoy en día sigue vigente y los números lo confirman: entre 1997 y 2016 los pacientes que se realizaron esta cirugía aumentaron un 19%. Pero lo que nadie anticipó es que los procedimientos estéticos no quirúrgicos se incrementarían 6.956 veces.
Lo anterior se explica por una serie de productos, técnicas y máquinas que fueron desarrollados los últimos 25 años. Entre ellos se destaca, sin duda, la toxina botulínica. Botox recibió finalmente la aprobación para uso cosmético por parte de la FDA hace 20 años (en el 2002). Junto a éste surgieron distintos tipos de ácidos hialúronicos, otros productos de relleno, tecnologías como radiofrecuencia, ultrasonido, etc. Y los hilos tensores.
Cuál es la historia de los Hilos Tensores?
Con el paso del tiempo, a partir de los 25 – 35 años, la piel pierde turgencia y elasticidad. La grasa de las mejillas se atrofia y desciende, dando un aspecto más cansado, y los huesos de la cara van disminuyendo de tamaño.
Entonces, para levantar la grasa y piel caída, surgen los hilos tensores como una alternativa frente a la opción quirúrgica. Inicialmente llamados hilos rusos, tienen su origen en los años 90. Al comienzo eran de materiales no reabsorbibles, lo que significa que el cuerpo no los disolvía y duraban para toda la vida. Suena fantástico, algo que dure toda la vida, pero ojo, el resultado de subir la cara (=lifting) no duraba para siempre. Por otro lado no eran pocas las personas que desarrollaban algún tipo de alergia, por lo que fueron reemplazados por los hilos reabsorbibles.
Estos, al igual que los anteriores, son espiculados, lo que ayuda a traccionar piel y grasa en sentido vertical y posterior, atenuando arrugas y surcos, además de las líneas de expresión. Surgidos en la segunda década de este siglo, prometían lograr un engrosamiento de la piel (más colágeno y fibroblastos) mientras el hilo se iba degradando con el paso de los meses. El resultado sería similar a sus antecesores, pero sin todas las complicaciones iniciales.
Nadie anticipó que los procedimientos estéticos no quirúrgicos se incrementarían 6.956 veces
Quién sería un buen candidato para los Hilos Tensores?
El candidato ideal debe tener una piel no muy delgada, sino los hilos podrían quedar muy superficiales y translucirse o ser tocados bajo la piel, lo que daría un aspecto muy artificial. Por lo tanto, no serían indicados en personas mayores de 60-65 años. Junto a lo anterior es importante tener expectativas apropiadas respecto de los resultados, ya que como no reemplazan a una cirugía, no son recomendables para alguien con mucha papada o laxitud severa.
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Y cuál es su Utilidad?
Consultado el Dr. Eduardo Oyarse, cirujano plástico de la clínica The Spa (@the_spa.cl), nos señala que su utilidad es escasa. “Yo no los recomiendo, ya que no son pocas las complicaciones para la corta duración de los resultados que pueden lograr. Existen otras tecnologías más eficientes, como HIFU, radiofrecuencia con agujas, por nombrar solo algunas. Y si la laxitud y caída de la piel de la cara (chalasis) es tan importante, el lifting sigue siendo la elección para un resultado más duradero.”
Existen pocos estudios que incluyan un gran número de pacientes. Y siendo así, los resultados son controversiales. La satisfacción inicial puede alcanzar entre el 80% y 90%, pero los resultados visibles al cabo de 1 año son inexistentes según un estudio publicado por el Dr. Dario Bertossi (Universidad de Verona) en el año 2018. Por otro lado las complicaciones del procedimiento, tales como sangrado, infecciones, zonas hundidas o visiblemente traccionadas, llegan al 34% de los casos tratados. Por lo tanto ellos desaconsejan su uso rutinario.
“Lo importante es comenzar a cuidarse muy precozmente” nos señala el Dr. Oyarse. “Si uno mantiene un peso estable la caída del rostro puede ser postergada. Si usamos buenos productos de hidratación nuestra piel mantendrá un aspecto más juvenil. Y si a lo anterior le agregamos tratamientos no invasivos preventivos, la necesidad de levantar el rostro quizás no sea necesaria”.
