Cuando hablamos de envejecimiento habitualmente se piensa que es completamente inevitable. Pero lo cierto es que SI es posible retrasar los ‘achaques’ que a veces ni siquiera ocurren en gente tan mayor. Todos hemos visto a algún conocido de 30-40 años que se ve muy mayor y se queja de múltiples dolencias y en paralelo conocemos a la abuelita del barrio, que está muy activa y sin molestias.
Entonces, cómo es posible esto?
El envejecimiento ocurre, en parte, por la disminución de los niveles de muchas hormonas que se asocian a una pérdida funcional, pero si son correctamente controladas y suplementadas (siempre bajo estricta prescripción médica), es posible retrasar estos efectos y sentirnos sanos más tiempo.
Décadas de investigación en los campos de la inmunología y la endocrinología hacen que hoy conozcamos mejor la importancia del equilibrio metabólico y hormonal y su impacto en el envejecimiento y la salud.
Las investigaciones demuestran que el equilibrio metabólico y hormonal es fundamental para mantener un buen estado de salud, disminuir el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, mejorar las capacidades físicas, sexuales y mentales, potenciar el sistema inmunológico y, en general, mejorar el metabolismo, lo que da lugar a un incremento en la calidad de vida.
La clave no es tratar enfermedades, sino prevenirlas.
Con el conocimiento científico actual SI es posible.
Qué son las hormonas?
Lo primero es entender que las hormonas son mensajeros del sistema nervioso central, que le ordenan a nuestros órganos internos cómo funcionar. Éstas se producen en órganos endocrinos que debemos chequear con nuestro médico a medida pasan los años, sobre todo si hay algún desorden, como obesidad, hipertensión, etc.
A partir de los 35 años la mayoría de los niveles hormonales decaen entre un 2% y un 5% anual, y a los 50 años algunas se han reducido hasta en un 50% respecto de su nivel óptimo.
Veamos que sucede con las hormonas más conocidas
Los síntomas sugestivos de déficit de Melatonina suelen venir de un mal descanso, que puede manifestarse como un sueño agitado o superficial, con pensamientos angustiosos, facilidad para despertarse por la noche y dificultad para conciliar el sueño. Puede haber además, cuando viajamos y cambiamos de zona horaria, un Jet Lag muy marcado.
También puede existir ansiedad, falta de serenidad o paz interior (sobretodo en la noche), depresión (estacional), exceso de tensión muscular y alteraciones del ritmo circadiano. Sumado a lo anterior existe un aumento de daño por radicales libres que se vincula con enfermedad cardíaca, diabetes, Alzheimer, osteoporosis y sarcopenia o pérdida de masa muscular.
Los déficit o alteraciones de las Hormonas Tiroideas generan habitualmente debilidad, frío, sensación de cansancio o fatiga, piel fina y seca, pelo fino o poco pelo, además de uñas quebradizas.
Se asocia también a un aumento de peso y grasa corporal, deterioro cognitivo, de memoria, pensamiento y reacciones lentas, con mala concentración.
Igualmente pueden aparecer irregularidades menstruales, estreñimiento, cefalea, zumbido en oídos y síndrome del túnel carpiano.
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Entonces qué hacemos?
Lo primero es que tienes que chequearte con la misma rigurosidad que realizas la revisión técnica de tu auto o haces la mantención de éste. Así podremos saber que eje y que situación está alterada para poder corregirla.
Otro punto es comer mejor, comer comida de verdad, no procesados, congelados ni sustitutos. Básicamente comer bien, ya que con los años nuestro cuerpo reacciona peor a los nutrientes de mala calidad, produciendo resistencia a la insulina y otras alteraciones hormonales. De hecho, la restricción de azúcares procesados ha mostrado aumentar la longevidad.
Finalmente, la suplementación o reposición hormonal guiada con un especialista combatirá los efectos del envejecimiento en los tejidos afectados.
Como ves, la clave no es tratar enfermedades, sino prevenirlas.
Piensa que todo lo que realices en el ámbito de la Medicina Preventiva Antienvejecimiento reducirá en gran medida la velocidad a la que envejeces y evitará enfermedades a largo plazo. Así lograremos algo tan preciado en estos días: una mejor calidad de vida.
