Esta es una consulta muy frecuente, ya que en encuestas a nivel nacional e internacional señalan que 9 personas de cada 10 se harían un “arreglito”.
Pero una cirugía plástica debe ser bien planificada.
Yo recomiendo seguir un viejo dicho aprendido durante mis años de formación en cirugía plástica: NUNCA al límite del tiempo, NUNCA al límite de la indicación, NUNCA al límite económico. Te explico que significa cada una de ellas.
Una cirugía plástica tiene tiempos más o menos estándar de recuperación. Podemos decir que en unas prótesis mamarias hablamos de 15 a 20 días, una abdominoplastía unas 3 semanas, etc. Pero esos son tiempos estimados para una evolución promedio. Si tu cuerpo tarda más en cicatrizar o sangra un poco más de lo esperado durante la cirugía, es posible que requiera más sesiones de kinesiología post operatoria o un reposo algo más prolongado. Entonces no es bueno tener un plazo ineludible que cumplir, como lo sería un viaje, un examen o una celebración. Solo esa presión puede generar que el sistema inmune no esté en su mejor forma y el período post operatorio sea algo más lento. Por lo tanto, NUNCA al límite del tiempo.
NUNCA al límite de la indicación! Si tienes, por ejemplo, acumulación de grasa en el abdomen, pero la piel está algo laxa producto de un embarazo, hacer solo una liposucción es muy probable que no cumpla con tus expectativas. Es pedirle mucho a la lipo, ya que solo retira grasa. Pero influye muy poco sobre la piel excedente. Quizás si le agregamos la técnica con ultrasonido (Vaser), algo puede retraer, pero no va a quedar un abdomen plano. Por eso es bueno evaluar bien cuál es la técnica necesaria para cumplir con las expectativas. Y obviamente éstas deben ser realistas.
Y lo último, pero no menos importante, NUNCA al límite financiero. En todo en la vida pueden surgir imprevistos: un viaje, una fiesta, una cirugía. Puede ser necesario un día más de hospitalización, algún examen extra, comprar otra faja modeladora después de la liposucción, hacer más sesiones de kinesiología post operatoria, etc, etc, etc. Y este etc es muy largo. Siempre somos optimistas al respecto, pero es bueno considerar que, como todo en la vida, uno propone y Dios dispone.
Finalmente hay que considerar los temas domésticos básicos, que a veces se pasan por alto: quien cuidará a tus niños, algún familiar que pueda asistirte los primeros días para cosas tan simples como ir al baño o lavarte el pelo (en el caso de una abdominoplastía), hasta la coordinación en tu trabajo, donde tendrás una licencia médica que será aceptada por el empleador y la Isapre, pero no será financiada. Es decir, tendrás el permiso para recuperarte pero no el pago del sueldo por esos días.
Es bueno considerar todo lo anterior, además de tener exámenes normales, para encontrar el mejor momento para operarte. Suerte!
*** el presente artículo no constituye una consulta médica y solo debe ser interpretado con fines educativos. Planificar una cirugía plástica requiere una evaluación acuciosa del paciente en particular ***
