Lo primero que debemos pensar es que, como siempre, lo mejor es obviamente prevenir y no enfermarse, ya que si te enfermas puedes complicarte tú y a los tuyos. Y una vez superada la enfermedad puedes tener una larga y lenta rehabilitación, independiente de tu edad.
La idea no es asustarte, pero debes ser responsable porque esto depende en gran parte de ti. Debes tener la información para saber como actuar y hacerte cargo de la situación sin esperar a que venga un superhéroe a salvarte a ti y a tu familia.
Probablemente mucho has visto y leído en los medios acerca de la distancia social, el uso de mascarilla, mascarilla y siempre mascarilla, además del constante lavado de manos.
Pero, puedes hacer algo más?
Si, hay mucho más por hacer. Puedes mejorar y fortalecer tus defensas, además de mantener una dieta equilibrada. Lo ideal es la dieta mediterránea, ya que está comprobado que aumenta la calidad y esperanza de vida.
Si es necesario puedes ayudarte también con suplementación: tomar vitamina D, Zinc, vitamina C y cranberry.
El buen dormir, tan difícil y tan necesario en estos tiempos, es fundamental ya que es la única forma que tu cuerpo descanse y logres desconectarse. Para ello te recomiendo optimizar las condiciones del sueño en tu dormitorio, no abusar de las pantallas, y si es necesario, buscar ayuda profesional psicológica o psiquiátrica. Los suplementos naturales como melatonina o magnesio pueden ser de ayuda. Y algo que siempre olvidamos, pero que es muy necesario, es realizar actividad física al menos tres veces por semana. Lo importante es lograr el equilibrio de tu cuerpo para mantener tus defensas.
Dieta mediaterránea y suplementación:
Lo que podemos hacer
hasta la llegada de la vacuna
Y que hacer si aparecen síntomas respiratorios, dolor de cabeza, diarrea o molestias musculares?
Lo primero es consultar al médico para realizarte un examen de PCR y aislarte. Durante ese tiempo debes intentar mantener una dieta equilibrada, beber mucho líquido, descansar y tratar los síntomas que aparezcan. En lo controversial está el uso de Ivermectina. Hay varias publicaciones científicas prometedoras acerca de su utilidad en atenuar los síntomas, ya que le permite a tus defensas controlar mejor la infección en etapas iniciales. No hay nada 100% demostrado aún, pero en una enfermedad nueva es difícil tener grandes estudios poblacionales, ya que no ha transcurrido tiempo suficiente para ello. Sin embargo es un medicamento para discutirlo con tu médico.
Una vez superadas las dos primeras semanas más complejas de la infección, viene la rehabilitación, que resulta ser bastante más lenta que recuperarse de un resfrío común. Que puedes hacer?
Los músculos requieren de un lento pero continuo y progresivo entrenamiento, ya que se verán muy afectados. Caminatas de una cuadra al inicio y progresivamente ir aumentando. No tiene sentido tratar de correr y subir escalas al principio, ya que solo conseguirás agotarte y frustrarte.
Mantener una buena dieta mediterránea, con porciones pequeñas pero frecuentes, donde la hidratación es fundamental, y suplementos si es necesario.
Como toda convalecencia necesitarás descansar y dormir bastante. Con el paso de los días y las caminatas verás que ya puedes aumentar la exigencia física.
Si perdiste el olfato o el gusto, ten paciencia, porque la recuperación es lenta, ya que tienen que recuperarse unas células especializadas y eso puede tardar meses. Así que con paciencia puedes ir probando sabores para estimular y rehabilitar estos sentidos.
Es importante que te asegures que aún no estás eliminando virus, sobre todo por los riesgos de contagio a tus familiares. Los niños pueden enfermar gravemente, por lo que debes enseñarles a usar mascarilla y tener todos los cuidados que revisamos recién. Por lo tanto, antes de salir de tu aislamiento, o sea, después de los catorce días de cuarentena, repite una PCR, como la inicial. Así estarás segura de no andar eliminando trozos de virus.
Después del mes, si quieres, puedes pedirle a tu médico que te mida los famosos anticuerpos, que son un tipo de defensas que tenemos y que nos podrían cuidar al menos por tres meses, según los estudios extranjeros. En Chile, a pesar de la gran cantidad de enfermos, aún no tenemos estudios a largo plazo para poder opinar con propiedad en la comunidad científica internacional.
Lo importante es que falta menos, que cuando empezamos, para la tan ansiada vacuna.