La mirada es una de las expresiones más visibles de nuestra vitalidad, pero con el paso de los años, los párpados tienden a caer, generando una apariencia de cansancio y, en ocasiones, limitando incluso la capacidad de ver. La blefaroplastia superior es una cirugía plástica diseñada para revertir esta caída de los párpados y recuperar una apariencia rejuvenecida, así como mejorar el campo visual en casos específicos.
La blefaroplastia funcional está dirigida a aquellos que sufren de una caída de párpados tan pronunciada que interfiere en su visión
El párpado superior es un pliegue de piel y músculo y mucosa, móvil, que cumple funciones vitales: protege y humecta los ojos mediante el parpadeo, además de ser una barrera natural frente a cuerpos extraños. Sin embargo, con el paso del tiempo, el tejido pierde elasticidad y fuerza, lo que provoca una acumulación de piel que, en casos extremos, puede interferir en la visión.
¿Por qué se caen los párpados con la edad?
Durante las primeras décadas de vida, los párpados superiores se mantienen firmes y jóvenes, sin embargo, con el envejecimiento natural, el colágeno y la elastina en la piel comienzan a disminuir. Además el hueso se va reabsorbiendo lentamente por la osteoporosis. Esto, sumado a la pérdida de volumen y la fuerza del músculo, hace que el tejido pierda su soporte y ceda a la gravedad. En algunos casos, el exceso de piel se convierte en un pliegue pronunciado que no solo afecta la apariencia, sino que también limita el campo visual, una condición que lleva a muchas personas a considerar la blefaroplastia por razones funcionales.
Estética vs. Funcional (necesidad médica): dos enfoques para la blefaroplastía
La blefaroplastía superior puede realizarse por razones estéticas o funcionales. La blefaroplastia estética se centra en devolver un aspecto descansado y rejuvenecido a la mirada. Con este procedimiento, se eliminan los excesos de piel y se corrigen las «bolsas» que pueden hacer que el rostro parezca cansado, triste o envejecido, sin alterar la expresión natural del paciente. Es común en personas que desean prevenir cambios drásticos en su apariencia y buscan una mejora sutil y armónica.
Por otro lado, la blefaroplastia funcional está dirigida a aquellos que sufren de una caída de párpados tan pronunciada que interfiere en su visión. En estos casos, el procedimiento no es solo una cuestión estética, sino una mejora en la calidad de vida, ya que el exceso de piel limita la amplitud del campo visual.
¿Cómo se realiza la blefaroplastia superior?
Este procedimiento quirúrgico consiste en retirar el exceso de piel, músculo y, en algunos casos, grasa del párpado superior. La incisión se realiza en el pliegue natural del párpado (“pliegue de belleza”), lo que permite que la cicatriz quede oculta una vez que la piel sana. La cirugía se realiza con anestesia local o general (según tolerancia y deseo del paciente) y puede regresar a casa el mismo día, en modalidad de hospitalización transitoria. El objetivo es lograr un resultado natural y equilibrado que respete la expresión del rostro.
Cuidados postoperatorios y tiempo de recuperación
El postoperatorio de la blefaroplastia superior es generalmente leve. El paciente suele experimentar hinchazón y moretones durante los primeros días, pero estos efectos disminuyen rápidamente. Se recomienda reposo relativo durante cinco a siete días, evitando la actividad física intensa por al menos tres semanas para facilitar la cicatrización.
El Dr. Eduardo Oyarse, cirujano plástico de Clínica Alemana, explica que el procedimiento es «poco molesto» y que los resultados son visibles desde el primer mes, logrando su efecto completo aproximadamente a los tres meses. Esto permite al paciente disfrutar de una mirada rejuvenecida y, en algunos casos, de un campo visual ampliado.
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Plexr: una alternativa no quirúrgica
Para quienes buscan una opción menos invasiva, el Plexr ofrece una solución interesante. Este tratamiento utiliza energía de plasma para eliminar el exceso de piel sin necesidad de cirugía, ideal para casos leves de caída de párpados. Aunque sus resultados son menos duraderos que los de la blefaroplastía quirúrgica, Plexr puede ser una excelente alternativa para quienes desean una mejora sin pasar por el quirófano.
La blefaroplastia superior ha evolucionado para adaptarse tanto a necesidades estéticas como funcionales, siendo una opción efectiva para rejuvenecer la mirada y, en casos específicos, mejorar la calidad de vida.
