Todos sabemos reconocer cuando vemos a alguien con celulitis: la piel tiene irregularidades, hoyuelos, con luces y sombras que terminan dando el típico aspecto de piel de naranja.
Le sucede casi al 90% de las mujeres en algún momento de la vida, mayormente en zonas extensas de depósito de grasa, como muslos, glúteos y abdomen. Y aunque puede aparecer a cualquier edad, empeora con la llegada de la menopausia.
En hombres es más raro que suceda por el grosor de su piel y los factores hormonales. Una excepción a la regla sería la celulitis como efecto secundario al tratamiento hormonal para un cáncer de próstata.
La genética y los factores ambientales también influyen, en mayor o menor medida: la piel blanca es más susceptible, ya que en general su grosor es más fino. Si a lo anterior le asociamos un estilo de vida poco saludable, el riesgo aumenta.
Dicho lo anterior, existen varias creencias que no son tan ciertas. O no del todo. Veamos algunas de ellas:
- Hacer ejercicio disminuye la celulitis: la verdad es que hacer ejercicio es un hábito saludable, que por sí solo puede prolongar tu vida. Ya sea aeróbico (o también llamado cardiovascular) o de fuerza, puede lograr alguna disminución del peso global. Y quizás con ello algo pueda atenuarse, pero como tratamiento, por más cardio que hagas, no será la solución definitiva.
- Mejorar los hábitos alimenticios: una excelente idea, ya que probablemente mejoren tus exámenes de sangre (colesterol, glicemia, insulina basal o hemoglobina glicosilada), pero esto no genera la desaparición de la celulitis. Puede disminuir? Puede disminuir un poco, pero siempre menos de lo que uno quisiera.
- Usar cremas reductoras: es el tratamiento casero por excelencia. Son de venta libre sin receta, en crema o gel, de múltiples nombres y de distintos laboratorios.
En general la característica principal de estos productos es asociar ingredientes como cafeína, metilxantinas, retinol, vitamina C, extracto de papaya, etc., para intentar disminuir la acumulación de grasa localizada. Y en el mejor de los casos, eliminar la grasa ya existente, lo que sería una lipólisis. Al menos esa es la promesa.
La verdad es que no hay estudios que hayan demostrado un beneficio contundente de estos productos. Su resultado es más bien modesto y se debe en gran parte al masaje realizado mientras te aplica el producto, reduciendo el edema y mejorando la circulación local.
Por lo tanto, hace mal usar estos productos? Los estudios dicen que, salvo alergias, no hacen mal. Pero grandes cambios tampoco habrán.
- Hacerse una liposucción o lipoescultura: sin duda mejorará la silueta, ya que todos, quien más, quien menos, tenemos algún acumulo de grasa que está mal localizado y puede ser retirado con una liposucción. Y si lo reposicionamos en otro lado, como los glúteos, el resultado puede ser aún mejor. Pero si pensamos en la celulitis, el resultado puede ser frustrante: no desaparece.
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Pero entonces, médicamente hablando, qué es? Por qué se produce?
La celulitis se produce por 3 factores:
- Adelgazamiento de la piel. Sucede con los años, por lo que la celulitis debería ir aumentado si no hacemos nada. Si tu piel es delgada desde la adolescencia por genética, por algún régimen de alimentación especial o por algún medicamento que influya sobre la piel (como los corticoides), probablemente aparezca a más temprana edad.
- Las células grasas se “agrandan”, por decirlo de un modo muy gráfico. Debido a una dieta rica en carbohidratos con peaks de insulina, aumenta la lipogénesis y los lóbulos de grasa se hipertrofian como mecanismo de reserva de energía.
- Edema y engrosamiento de los tabiques bajo la piel: desde el músculo a la piel existen verdaderos tabiques que “afirman” la piel. Estos tabiques se van engrosando y acortando, lo que contribuye al efecto “piel de naranja”.
Ya conoces al enemigo. Ahora falta conocer el tratamiento, lo que comentaremos en un próximo artículo. Te adelanto que existen tratamientos inyectables, otros mínimamente invasivos, con máquinas, etc. Pero probablemente el más destacado sea LPG (www.lpgchile.cl).
Esa, será otra historia.